El magistrado desestima también la ampliación de querella formulada por la Asociación de Empleados de Banesto contra la corrupción y por la Asociación de Defensa del Accionista.

El magistrado no acepta la acusación de falsificación, dado que ésta "presupone como elemento inexcusable la concurrencia de un dolo específico, cual es el 'animus' de faltar a la verdad". Así, "la conducta de los querellados (la firma auditora y su directivo Ramón Tejerina)... en ningún momento puede calificarse como inspirados por el deseo de falsificar la realidad contable y financiera que auditaban".

García Castellón especifica que "ha quedado probado... el propósito deliberado de los entonces responsables de la entidad auditada de ocultar documentación que pudiera comprometer un correcto analisis de la realidad financiera de aquella entidad".

La resolución de García Castelón no es firme, y frente a ella cabe recurso de reforma ante el juzgado.