BANESTO. GARCIA-CASTELLON EXIME DECULPA A MARTIN RIVAS EN LA DESAPARICION DE LOS 300 MILLONES DE PESETAS

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón ha dictado un auto por el que exime provisionalmente de responsabilidad al ex director general de Banesto Martín Rivas en la desparición de 300 millones de pesetas de Banesto cuyo cobro el propio Martín Rivas atribuyó al ex presidente del Gobirno Adolfo Suárez, según un auto al que ha tenido acceso Servimedia.

En el escrito, que accede a una petición de Martín Rivas en ese sentido, el magistrado señala que "de las investigaciones efectuadas hasta el momento no está debidamente acreditada la participación en tal hecho del querellado Martín Rivas, por lo que procede acordar el sobreseimiento provisional de las actuaciones" en lo que respecta al ex director general de Banesto sobre la apropiación indebida de los 300 millones de pesetas.

sta decisión del magistrado, que contó con el informe en contra del fiscal del caso, Florentino Ortí, será recurrida en las próximas horas por la Federación de Banca de UGT, personada en el 'caso Banesto', cuyo abogado, Manuel Murillo, considera "precipitada" la medida del juez ya que, en su opinión, falta por determinar el destino final del dinero y quién lo cobró.

En el escrito que presentará en el juzgado mañana, el abogado de UGT indica que "discrepamos totalmente" de la afirmación del juez de queno esté acreditada la participación de Martín Rivas en la desaparición del dinero, ya que el propio ex director general de Banesto "reconoce que ordenó sacar de la caja de Banesto los 300 millones para (un fin ilícito) pagar un soborno".

FIN ILICITO

Según el letrado, "tanto sabía que el fin era ilícito que según su propia versión, entrega parte del dinero, 150 millones, sin recibo alguno a una persona (no empleada del banco) Apolonio Paramio", conocido como el "hombre del maletín", secretario particlar de Conde.

Añade que, además, esa entrega fue efectuada en el sótano del banco "lo que oscurece más todavía su actividad" y muestra, en su opinión, que Martín Rivas conocía que la entrega no era lícita.

Murillo considera necesario que el magistrado continúe la investigación sobre estos hechos, con el fin de aclarar varios puntos fundamentales, como el lugar y el edificio concreto en el que fue entregado el dinero.

Asímismo, el letrado pretende saber quiénes son los inquilinos de dicho ediicio con el fin de poder determinar la persona que se quedó con los 300 millones, sobre la que destaca que ni siquiera se conocen sus rasgos físicos con los que poder elaborar un 'retrato robot' con el que poder ser localizado por la policía.

Por ello, estima imprescindible que Paramio amplíe la declaración que efectuó ante el magistrado para que especifique los rasgos de la persona o personas que recibieron el dinero y si éste fue entregado en una o dos bolsas.

En opinión del abogado, mientras n se determine el destino del dinero mediante la práctica de nuevas diligencias, no se puede eximir de responsabilidades a Martín Rivas de la desaparición de esa cuantía, ya que podría ser cómplice de esos hechos.

Finalmente, Murillo recordó que García-Castellón ha dictado este auto sin haber accedido a la práctica de una serie de pruebas que le solicitó el pasado 8 de junio, entre ellas un careo entre Conde y el ex consejero de Banesto Juan Belloso y otro careo entre Paramio y Martín Rivas.

El exdirector general de Banesto aseguró al magistrado que el ex presidente de Banesto le ordenó verbalmente que entregara 300 millones de pesetas a Suárez en dos partidas de 150 millones en concepto de "servicios prestados a Banesto ante el Banco de España".

Esta versión fue desmentida tanto por el propio Suárez en una reciente declaración ante el magistrado, como por Conde, aunque Belloso reconoció que ese dinero había salido del banco bajo conocimiento del ex presidente de Banesto.

(SERVIMEDIA)
28 Jun 1995
S