En declaraciones a Servimedia, Paredes explicó también que es igualmente exigible a las autoridades monetarias que determinen, en el más breve plazo posible, quién va a ser propietario en todo o en parte, "entre otras cosas porque un proceso de disgregación del equipo gestor de Alfredo Sáenz arroja dudas sobre la credibilidad de los interlocutores del banco".

A su juicio, en Banesto aún no se han producido todas las condicones necesarias para empezar a desmontar el equipo de gestión de 16 altos directivos que trasladó el BBV a la entidad intervenida, junto a uno del Santander, entre otros motivos, "porque el banco aún no ha recibido ni una peseta de las que dicen que se van a meter, y tampoco hay tomadas decisones en firme que garanticen que se van a cumplir".

La diregente de Banca de CCOO reclamó del gobernador estas garantías, a raíz de la decisión adotada por el BBV de recuperar tres de los dieciseis directivos que prestó a Rojo para gestionar la crisis de Banesto, bajo el argumento de que no tienen por qué seguir trabajando para este banco al heber cumplido los cometidos para los que fueron mandados en "comisión de servicios".

Para el BBV, la medida responde al interés del banco que preside Emilio Ybarra por optar a una participación en Banesto en las mismas condiciones que podrían hacerlo el resto de los grandes bancos del país, y demostrar con na retirada parcial que la presencia de gente del BBV en los máxima dirección del banco intervenido no esconde una "toma falsa".