Aznar hizo esta reflexión en el Palacio de La Moncloa tras la firma de un tratado de amistad y buena vecindad con el presidente de Argelia, Abdelaziz Boutefika, con quien compareció posteriormente en rueda de prensa para responder a las preguntas de los medios de comunicación.

"Eso es una cuestión del Ayuntamiento de Madrid, pregúntele al alcalde de Madrid cómo quiere hacer esas cosas. No me lo pregunte usted a mí, francamente", afirmó. A su juicio, resulta "absurdo" cualquier comentario sobre esta polémica porque significa "sacar las cosas de quicio y no conduce a nada".

"En un país normal, que ondeen las banderas con normalidad es lo lógico y es l deseable. Lo que me ha llamado la atención es lo extravagante y lo extemporáneo de algunas reacciones, que no tienen ningún sentido. Considerar esos actos como una provocación o una herida no tiene ningún sentido y me parecen absurdo", añadió.

Está previsto que el homenaje a la bandera española se celebre el último miércoles de cada mes en la Plaza de Colón de Madrid, aprovechando la necesidad de retirarla periódicamente y volverla a izar para su mantenimiento.

El PP defendió, precisamente, la rcuperación de la bandera y del himno nacional durante el XIV Congreso Nacional, celebrado en enero, en el que Aznar fue reelegido presidente del partido. La ponencia elaborada en aquella ocasión por Josep Piqué y María San Gil reivindicaba el uso de ambos símbolos dentro de lo que denominaron el "patriotismo constitucional".