La Unión Monetaria, cuyo periodo transitorio de tres años comenzó el 1 de enero de 1999, establece que las moneas de los once países que forman el euro tienen una paridad fija e irrevocable, y que no se puede cobrar comisión por su cambio. No obstante, Bruselas permite que los bancos cobren una pequeña comisión por los gastos que les supone la manipulación de billetes de otros países (transporte, custodia).

En enero de 1999, si un español que había regresado de un viaje a Alemania cambiaba los marcos que le habían sobrado en un cajero automático, podían darle 82 pesetas en lugar de 85 pesetas por marco. En otrs entidades no cobraban comisión si el dinero cambiado no superaba las 100.000 pesetas.

La Comisión Europea inició por sorpresa el pasado año una investigación sobre entidades bancarias de Francia, Alemania, Italia y España, entre ellas el BBV y Argentaria, para saber si las entidades se habian puesto de acuerdo en la cuantía de las comisiones por "manipulación de billetes".

AUSBANC señala que, en general, desde que trascendió la investigación de la UE los bancos y cajas españoles han moderado su comisiones por este concepto.

Ahora, el comisario europeo de Competencia, Mario Monti, ha adelantado que en febrero o marzo abrirá un procedimiento de infracción por estas comisiones de cambio de monedas de la zona euro, después de haber investigado también en bancos de Holanda, Bélgica e Irlanda.