Así lo recoge el ‘Informe de Estabilidad Financiera’ correspondiente al otoño elaborado por el organismo y publicado este martes.

El documento justifica ese impacto en que se compensará “al menos en parte” los potenciales efectos negativos de unos tipos más bajos sobre márgenes unitarios con una evolución más favorable del volumen de actividad y de las dotaciones por deterioros y contar las entidades con distintos instrumentos de gestión del riesgo de interés.

Los resultados de las pruebas de resistencia del Banco de España muestran, de hecho, que el sector bancario español “retendría capacidad de generación orgánica de capital bajo este tipo de escenarios”.

Además, las entidades españolas mantienen una posición de liquidez “holgada”, con una ratio de cobertura de liquidez (LCR, por sus siglas en inglés) del 185,7% en junio de 2024, ampliamente por encima del requerimiento del 100%, y no afrontan presiones de financiación, con ratios de préstamos sobre depósitos del 97,3% y del 79,9% a escala consolidada y de negocios en España. “Todo ello limita la posibilidad de que perturbaciones sobre la rentabilidad se trasladen a tensiones de liquidez y financiación”, aclara el Banco de España.

Por otra parte, hace referencia a los criptoactivos como una “fuente limitada de riesgos” para la estabilidad financiera. No obstante, apunta que una “eventual reactivación del rápido crecimiento observado en el pasado” incrementaría su contribución al riesgo sistémico, especialmente en el caso de aquellos criptoactivos no respaldados por activos financieros tradicionales.

En cuanto a la situación financiera de los hogares, el Banco de España actualizó durante la presentación del informe los datos del uso de los códigos de buenas prácticas para hipotecados vulnerables o en riesgo de serlo. En el primer semestre del año se registraron 1.200 nuevas solicitudes y 233 operaciones realizadas -que pueden corresponder a periodos anteriores-. Mientras, 449 fueron denegadas, en su mayoría por no cumplir los requisitos.

Siguiendo con la situación de los hogares, el informe desvela que su ratio agregada de carga financiera (gastos financieros sobre renta bruta disponible) se situaba en un 2,9% en junio de 2024, con un incremento interanual de 0,5 puntos porcentuales, la cota más elevada desde 2014. La mejora de las rentas, junto con una relativa atonía del consumo, se ha traducido en un aumento del ahorro hasta el 13,1% de la renta bruta en el segundo trimestre de 2024, permaneciendo por séptimo trimestre consecutivo por encima de la media histórica.

El volumen de deuda de las familias aumentó en el segundo trimestre del año, por primera vez desde el verano de 2022, al tiempo que su riqueza bruta continuó incrementándose.

La carga financiera de la deuda se ha elevado ligeramente en términos de renta, pero podría empezar a descender durante los próximos meses, según vaticina el Banco de España. En el conjunto del primer semestre, el pago por intereses de los hogares habría sido todavía superior al del último semestre de 2023 -en un 9,8%-, si bien el avance de las rentas nominales ha moderado su impacto. La carga por intereses se situó en el 2,9% de la renta bruta en el segundo trimestre, 0,5 puntos por encima del nivel registrado hace un año. No obstante, desde mayo el coste medio de la deuda viva de las familias ha comenzado a descender ligeramente y se ha situado en el 4,6% en agosto.

Ante la perspectiva de que la bajada de tipos continúe, se estima que, hasta el cierre de este año, más de un 40% del stock de hipotecas a tipo variable verá reducido su coste en más de 50 puntos básicos.