En su Boletín Económico de junio, el regulador asegura que "una buena parte" del superávit logrado en la pasada legislatura "es resultado del elevado crecimiento cíclico de la demanda" y no tiene carácter permanente.

Por esta razón, y ante "la fase de desaceleración de la actividad" a la que se enfrenta la economía, el Banco de España asegura que "resulta crucial conocer el margen de maniobra real con el que cuentan las autoridades.

En este sentido, la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha revisado la metodología tradicional que se utiliza para analizar qué parte de los ingresos es permanente y qué parte tiene un componente transitorio.

Así, el Banco de España afirma que frente al 1,78% del PIB que, según el modelo tradicional, tiene un saldo estructural, la realidad es que sólo es permanente el 1,02%.

Por el contrario, mientras que la metodología tradicional señala que sólo un 0,42% de los ingresos son cíclicos, el análisis del Banco de España lo cifra en un 1,18% del PIB.

El regulador afirma que el componente transitorio de los ingresos, principalmente por impuestos, tiene "una magnitud considerable", de manera que el empeoramiento de las condiciones cíclicas por la desaceleración económica, "en particular en el sector inmobiliario, podría tener importantes consecuencias sobre la recaudación impositiva".