EL BANCO DE ESPAÑA ALERTA ANTE LA PERDIDA DEL MERCADO INTERIOR POR ARTE DE LA INDUSTRIA NACIONAL
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El Banco de España considera preocupante la pérdida del mercado interior con que contaba la industria española provocada por el excesivo crecimiento de los costes laborales y por la inadaptación del sector servicios a la nueva situación creada tras la integración en la CE.
Así se pone de manifiesto en un informe realizado por expertos de su Servicio de Estudios, titulado "La competitividad de la industria en una perspectiva macroeconómic", según el cual la industria perdió casi un 13 por cien de su mercado doméstico entre 1981 y 1990.
El informe, al que tuvo acceso Servimedia, indica que las importaciones pasaron de tener una cuota de mercado del 13,7 por ciento a principios de los ochenta a un 18,5 por cien en 1985, en vísperas de la entrada en la CE, y un 26,2 por cien en 1990.
Todas perdieron terreno, aunque la penetración de los productos extranjeros alcanzó una cota máxima del 91,2 por cien en las industrias de máquinas de ficina, y un mínimo del 11 por cien para las de alimentación y de procesamiento de mineras y productos no metálicos.
Destacan los retrocesos de las industrias de maquinaria agrícola e industrial, que cedió un 25 por cien de su mercado; las de material de transporte, que perdieron 22 puntos; y las de textil, vestido y calzado, que cedieron casi 17 puntos.
BALANCE GLOBAL DUDOSO
Por otra parte, los expertos del Banco de España analizan también la evolución de la cuota de mercado de la industria naional en el extranjero, y señalan que ganó terreno, al pasar aumentar su cuota de las importaciones mundiales del 1,1 por cien en 1980 al 1,7 por cien en 1992, el año pasado.
La mejoría fue especialmente acusada respecto a la CE (del 1,6 al 2,9 por cien), muy modesta en relación a Estados Unidos (del 0,5 al 0,6), y negativa en relación a los países en vías de desarrollo (del 1,3 al 0,9 por cien).
"Sin embargo", advierten los expertos del Banco de España, "el panorama alentador que se desprende dela evolución de las exportaciones españolas en los mercados internacionales cambia radicalmente cuando se examina el grado de penetración de las importaciones en el mercado interior".
A su juicio, cuando los resultados del proceso de integración en la CE se consideran globalmente, teniendo en cuenta su repercusión tanto en las exportaciones como en las importaciones, "no resulta evidente, en modo alguno, que las manufacturas españolas hayan mantenido su competitividad".
LAS RECOMENDACIONES DE SIEMPR
De cara al futuro inmediato, el informe señala que las devaluaciones de la peseta no garantizarán la competitividad de la industria española si no van acompañadas de una mayor moderación en los costes empresariales.
A este respecto, los expertos de la autoridad monetaria indican que "las devaluaciones de la peseta que han tenido lugar en el último cuatrimestre de 1992 y en mayo de 1993 han permitido compensar gran parte de la apreciación real de los últimos años, suponiendo un alivio para los setores más abiertos a la competencia exterior".
Sin embargo, recalcan, "la consolidación de sus efectos beneficiosos puede verse entorpecida por la falta de flexibilidad de los precios de los servicios y por el avance de los costes salariales".
Por esa razón, entiende que "la moderación de los costes empresariales, no sólo laborales, aparece, pues, como absolutamente necesaria para garantizar una rentabilidad suficiente en el sector más abierto a la competetencia exterior", el industrial.
A s juicio, la industria se ha visto atenazada, durante el proceso de eliminación de los aranceles con la CE, por la obligación de contener sus precios a niveles de la competencia europea, pero teniendo que captar "recursos laborales en el mercado de trabajo español, caracterizado por la existencia de rigideces estructurales sobradamente conocidas".
(SERVIMEDIA)
31 Oct 1993
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