El regulador asegura que esta buena salud de las entidades españolas se ha traducido "en unos registros elevados de rentabilidad", gracias, en parte, a la competencia que existe en el mercado.

Según el Banco de España, los indicadores europeos señalan que el mercado bancario minorista en España vive "una situación comparativamente favorable en términos del grado de competencia".

Asimismo, subraya que los datos de 2006 muestran que las entidades españolas están mejor situadas que el resto de los países de la UE-15. "Todos los indicadores de rentabilidad analizados mostraban en el año 2006 valores superiores en España a los de otros sistemas bancarios", señala el boletín.

"Esta situación de partida" es, según el Banco de España, "un activo importante con el que cuentan estos intermediarios para afrontar los riesgos asociados a la desaceleración de la actividad económica y a las tensiones actuales en los mercados financieros".