LA BANCA PREVE UN CRECIMIENTO DEL 4% EN 2000 Y DEL 3,5% EN 2001
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La patronal bancaria calcula que la economía española crecerá este año en torno al 4%, y que en el próximo ejercicio lo hará cerca del 3,5%, según los datos que maneja la Asociación Española de Banca (AEB), patronal del sector.
Las enidades financieras opinan que, a pesar de la situación del precio del petróleo, y la debilidad del euro respecto a otras divisas importantes como el dólar americano o el yen, la economía española sigue mostrando signos de vigor en su crecimiento.
El pronóstico de los bancos es que durante el año que viene en España se generen un número de empleos similar al de este año, en torno a los 400.000, y que la tasa de paro se reduzca del 14,2% al 12%.
El sector bancario señala, no obstante, que estas preisiones están condicionadas a un escenario en el que se prevé que el barril de petróleo no se sitúe muy por debajo de los niveles actuales, y con una fuerte transferencia de renta nacional, unos 900.000 millones de pesetas en el primer semestre, hacia los países productores de crudo.
A juicio de la AEB, pese a la incertidumbre de un contexto alcista en los tipos de interés, de descenso del nivel de ahorro de las familias y las empresas, y de tensiones inflacionistas, "con la información disponible hasa agosto es muy posible que se logre el objetivo de déficit cero para este año".
"Sin embargo", opinan los expertos de la patronal bancaria, "la situación es más complicada para 2001", ya que cabe esperar una menor contribución de pensiones y subidas salariales a la contención del gasto, y un mayor impacto sobre las economías de las actuales subidas de los tipos de interés".
Por ello, desde la AEB opinan que "hay que mantener mucha atención sobre las previsiones presupuestarias para el año que vine, y situar los objetivos de las cuentas públicas en un nivel más ambicioso que el superávit".
Los tres ejes de la política económica, según la banca, deben ser la moderación de los costes, tanto para evitar un mayor deterioro de la competitividad como del empobrecimiento que genera la factura energética; la rápida corrección de cualquier desviación presupuestaria que se pueda producir, y ahondar en las reformas estructurales que aún necesita la economía española, como la flexibilización del mercado aboral.
(SERVIMEDIA)
21 Sep 2000
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