Según este alto crgo de la agencia financiera del Estado, "con el euro ya no habrá comisiones de cambio de divisa, ni operaciones de tesorería entre las divisas de los países de la Unión Económica y Monetaria (UEM)".

En un artículo publicado por la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS), Lagartos afirma que "para los bancos españoles, solamente este concepto significará 100 millardos anuales menos de ingresos".

Para el sector bancario europeo, el directivo del ICO indica que los efectos del euro serán, por un lad, una mayor presión competitiva y una tendencia a la reducción de márgenes por los bajos tipos de interés; y por otro, recortes de algunas comisiones derivadas de los pagos fronterizos, que se sitúan en torno al 1% del beneficio neto de los bancos.

También explica que el coste de la adaptación operativa al euro será puntual, pero que las implicaciones para el negocio de las entidades irán aumentando conforme se consolide la unión monetaria y acabará afectando a las estrategias.

En este sentido, dstaca el impacto de la moneda única europea sobre las pequeñas entidades bancarias. "El mercado europeo", dice Ignacio Lagartos, "en muchos países, y especialmente España, está sobresaturado de sucursales. El problema de este segmento de bancos es que es fácil cerrar sucursales, pero no reducir el número de empleados".

Entre las tendencias que marcarán la evolución del sistema bancario español con el euro, el autor del artículo destaca el cese en la apertura de oficinas y la reagrupación en tres o cuaro grandes grupos financieros, relacionados con otras entidades europeas y dotados de una fuerte presencia internacional.

Por su parte, las entidades medianas y pequeñas que subsistan a la inevitable adquisición de algunas de ellas por parte de grupos más grandes tenderán a especializarse en productos, servicios o áreas geográficas restringidas, que les permita competir con una oferta diferenciada.