En s publicación "Las cuentas de pérdidas y ganancias de la Banca en España", la AEB analiza los resultados de los bancos instalados en España considerados individualmente, es decir, sin consolidar. No se incluyen las sucursales de bancos extranjeros con sede central en la UE que no están obligadas a publicar sus cuentas de pérdidas y ganancias.

El margen de intermediación ascendió en el primer semestre de 2000 a 890.000 millones de pesetas, con un aumento del 1,3 por ciento, si bien, en relación con los TM (Activos Totales Medios) se situó en un 1,87 por ciento, lo que supone un descenso de 12 centésimas respecto al de un año antes, a consecuencia del incremento de los costes financieros, que superó al crecimiento de la rentabilidad del activo.

Los ingresos por comisiones crecieron un 10 por ciento, debido fundamentalmente a la gestión de los fondos de inversión de mayor valor añadido, operaciones de valores, servicios ligados a tarjetas de crédito y cuentas a la vista.

Las operaciones financiers aportaron a resultados 70.000 millones, 31.000 millones más que un año antes, principalmente por operaciones con títulos de la cartera de negociación. El margen ordinario se situó en un 2,82 por ciento, con una reducción de 4 centésimas respecto al de igual periodo de 1999.

Los gastos de explotación crecieron un 2,4 por ciento, si bien, en relación con los ATM, pasan de un 1,85 por ciento al 1,75 por ciento. El margen de explotación queda situado en un 1,07 por ciento.

Las dotaciones a los fonds de insolvencia disminuyeron un 45 por ciento, debido a la mejora de la morosidad, y se recuperaron 19.000 millones de los fondos para saneamiento de inmovilizaciones financieras dotados en ejercicios anteriores, por la favorable evolución de las inversiones en valores.

Los resultados extraordinarios, aunque fueron positivos por un neto de 5.000 millones, debido a las importantes dotaciones realizadas a otros fondos de cobertura no especificados, quedaron muy por debajo de los 90.000 millones obtenids en el primer semestre de 1999. El conjunto de estas partidas redujo el beneficio en 13.000 millones, frente a los 29.000 millones detraídos en los mismos meses de 1999.

La AEB afirma en el informe que aunque en el primer semestre de 2000 el margen de intermediación en relación con las cifras medidas de negocio fue inferior al del año anterior, por haber continuado la reducción del diferencial en las operaciones con clientes, este efecto fue compensado sobradamente por la evolución del resto de las prtidas de la cuenta de resultados, en particular las relativas a la cartera de renta variable, operaciones financieras, ingresos por servicios y saneamientos.