Caroline Anstey, portavoz del Banco Mundial, explicó la decisión señalando que "una confeencia sobre reducción de la pobreza debería tener lugar en un ambiente de paz, sin provocaciones, violencia ni intimidación".

"A pesar de nuestros esfuerzos por acercarnos a algunos de los grupos que planean manifestaciones e incluirlos en la conferencia, la intención de muchos de estos grupos que convergerían en Barcelona no es sumarse a las deliberaciones o contribuir de manera constructiva al debate, sino interrumpirlo. No queremos exponer a tal situación a unos doscientos académicos de todo el muno ni a nuestros anfitriones españoles", dijo Anstey.

La portavoz del Banco Mundial indicó que si bien tiene plena confianza en la capacidad y la determinación de las autoridades españolas de garantizar el desarrollo de la conferencia, las previsibles perturbaciones para los ciudadanos de Barcelona y los posibles riesgos eran un precio demasiado alto para seguir adelante con la convocatoria.

Se da la circunstancia de que el pasado miércoles, dos miembros de la campaña contra el Banco Mundial sorprndieron a dos personas que habían entrado en su domicilio, aunque lograron huir. Los inquilinos del inmueble denunciaron que los intrusos habían registrado su ordenador y documentación que había en la casa, así como el asedio policial a las reuniones de los colectivos antiglobalización y la intervención de correos electrónicos y teléfonos.

El Banco Mundial estudia la posibilidad de que las reuniones que estaba previsto celebrar en Barcelona se efectúen por medio de Internet.

El Ministerio de Econmía y Hacienda emitió hoy un escueto comunicado en el que señala que el Banco Mundial "ha reconocido el esfuerzo y la colaboración prestados por el Gobierno español para la organización de este evento en nuestro país, tanto en su faceta de contenidos como en la propia organización de la conferencia".