En un comunicado difundido esta tarde, esta dirección general señala que la decisión de SAS desvanece todas las especulaciones e incertidumbres que se habían levantado alrededor de la venta de Spanair.

Al mismo tiempo, considera que "obedece claramente al poco favorable entorno actual de mercado (exceso de oferta y elevado precios del combustible), y a la consideración de SAS de que ninguna oferta reflejaba el valor real de la compañía, y que garantizara su viabilidad".

Con todo, para el Govern balear, la situación actual garantiza que la sede y la base de la compañía permanecerán en el aeropuerto de Palma de Mallorca, "una preocupación que desde el Gobierno siempre habíamos afrontado de una forma seria".

A partir de este momento, agrega el comunicado, desde la Consejería balear de Movilidad y Ordenación del Territorio "intensificaremos los contactos con SAS, pese a haberlos mantenido siempre de forma muy fluida, a fin de estar en todo momento informados de las novedades que presente el proceso de reestructuración y para ofrecer toda la colaboración que desde la Administración autonómica podamos vehicular".