En la actualidad sólo Canarias disfruta de un régimen fiscal diferenciado y Baleares es, por el momento, la única comunidad isleña europea que no dispone de un beneficio similar.

El consejero de Economía balear, Jaume Matas, aseguró que "esta diferenciación nos permitiría situarnos en una posición mucho más cómoda para poder competir en el marco de la Europa comunitaria, ya que se olvida que una isla sufre enormes dificultades que otras comunidaes continentales no padece".

Por el momento, todos los grupos políticos en el Parlamento balear apoyan este pacto, que fue anunciado recientemente por el presidente del Ejecutivo autónomo, Gabriel Cañellas, durante el debate sobre el estado de la región. Sólo el PSOE precisó que "el tema hay que estudiarlo a fondo antes de firmar cualquier tipo de pacto".

El Gobierno balear pretende que un régimen propio se traduzca en una reducción de los costes por transporte aéreo y sobre todo marítimo. "Aquí as cosas cuestan más caras y las que deban ser importadas mucho más caras también", señaló Jaume Matas.

Por su parte, Pere Sampol, portavoz de los nacionalistas PSM/ENTESA, dijo que "es una obligación como ciudadano exigir de Madrid beneficios fiscales para poder competir en Europa, para que nuestras empresas puedan ser competitivas y jugar en el mismo terreno".

Unión Mallorquina, socio del PP en el Ejecutivo balear, apoya esta propuesta, aunque considera que "será muy difícil que Madrid lo acept", según su portavoz, María Antonia Munar.

Todavía no se conocen los extremos definitivos de este pacto que comenzará mañana por la tarde a negociarse entre todas las partes, en una convocatoria realizada por el titular de la cartera balear de Economía.