El equilibrio de la balanza de pagos por cuenta corriente en España no se daba desde el año 84, en que se registró un ligerísimo superavit. El Servicio de Estudios del instituto emisor considera que la buena evolución del turismo, la mejora en la balanza de rentas y las ganancias de competitividad de la economía española auguran ese fin de año que hasta ahora se consideraba poco menos que un objetivo mítico.

No obstante, según Malo de Molina, "debe mantenerse as ganancias de competitividad, que no pueden seguir apoyándose exclusivamente en reducciones de plantilla y en la depreciación de la peseta". Para el instituto emisor, España saldrá de la crisis cuando gane en productividad y mantenga la necesaria moderación en la formación de precios.

Al mismo tiempo, y en otro orden de cosas, Malo de Molina certificó la tesis del Banco de España, ya emitida en su informe anual, de que todo el ajuste realizado en el duro año 1993 ha recaído sobre empresas y familias no sobre las administraciones públicas, que no sólo no han reducido su deuda financiera, sino que la han incrementado, al menos medida sobre el PIB.