La tónica dominante en 1992 en el panorama cultural español ha sido el desfase originado entre determinadas manifestaciones de elevadísimo presupuesto y la situación desesperada de algunos sectores que luchan por su supervivecia.

Frente a los fastos de los tres grandes acontecimientos del año: Expo, Olimpiadas y Capital Cultural, en los que se produjeron dispendis enormes de los que se beneficiaron unos pocos, el cine, el teatro y la danza se mueren irremisiblemente por falta de dinero.

La Plataforma de la Cultura, creada para aunar las quejas de los "damnificados" por la falta de atención del ministerio, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, se ha ido diluyendo a través de los meses, después de aquella gran movilización del 12 de diciembre del año pasado.

Las distintas administraciones han esquivado las demandas, han dado largas o han solucionao las pequeñas parcelas que la crisis les permitía, pero se ha puesto de manifiesto una terrible realidad: cuando hay poco dinero, la cultura es la primera víctima de los recortes.

"EL MINISTERIO QUE MENOS CUENTA"

Desde distintos sectores comenzó este año a cuestionarse la utilidad del Ministerio de Cultura, "el de menos peso dentro del Gobierno", según manifestó Fernando Marín, presidente de la Unión de Actores, demostrada su incapacidad para exigir una porción más grande de los Presupuestos Generaes del Estado.

Sólo a finales del año, la aparición de la Ley de Mecenazgo y la Ley de Fundaciones han permitido albergar algunas esperanzas sobre la viabilidad de proyectos que no dependan de la financiación pública, pero los primeros recelos surgieron al conocerse que la primera fue elaborada casi por completo en el Ministerio de Economía y Hacienda y la segunda procede en exclusiva del departamento de Justicia.

La apertura de la colección permanente del Museo Reina Sofía, con cuatro meses de rtraso, con el polémico traslado del "Guernica" de Picasso, y la inauguración del Museo Thyssen, con un contrato por nueve años y medio, fueron las bazas optimistas del Ministerio, frente a la imposible terminación del Teatro Real.

AL SON DE LOS FASTOS

En el terreno musical los inmensos presupuestos de la Olimpiada Cultural y los espectáculos de la Expo provocaron críticas contra una presunta "mafia lírica", liderada por Montserrat Caballé, José Carreras y Plácido Domingo, en la organización de los pincipales actos, según denunciaron Alfredo Kraus, Teresa Berganza y otros artistas de renombre.

La Orquesta Nacional de España celebró su cincuenta aniversario con la interpretación de la "Novena Sinfonía" de Beethoven, dirigida por su titular Aldo Ceccato, y con una querella al Ministerio de Cultura, en un año en el que pasaron por nuestro país las mejores formaciones del mundo, incluidas las Filarmónicas de Berlín, Viena e Israel, de la mano de Daniel Barenboim, Claudio Abbado y Zubin Mehta.

TEATR VIVO, TEATRO MUERTO

La Asociación de Autores de Teatro (AAT) reclama a las autoridades estatales, regionales y municipales que se pongan en escena más piezas de escritores vivos, mientras que los fastos del 92 se nutren de espectáculos del Siglo de Oro, como la "Fiesta Barroca" que se representa en la Plaza Mayor de Madrid durante el verano, con un presupuesto de 500 millones de pesetas.

Unas cuantas compañías catalanas resultaron "agraciadas", como Els Joglars, que estrenó "Yo tengo un tío en Aérica" con el patrocinio del Quinto Centenario, o La Fura dels Baus y Comediants, que vendieron sus espectáculos para la inauguración y la clausura de los Juegos Olímpicos, pero muchas otras luchan por las migajas.

De todas formas, los elevados presupuestos empleados por las instituciones públicas y privadas para los acontecimientos de este año permitieron que formaciones artísticas grandes y pequeñas pudieran exponer sus trabajos, aunque no quedó claro si podrán hacerlo en 1993, cuando no haya tanto inero para repartir.

Algunas iniciativas, sobre todo en el terreno de la danza, en la capitalidad cultural de Madrid, como "Madrid en Danza" o el ciclo "Un nuevo público para la danza", destinado a fomentar la afición en los más pequeños, podrán seguir su andadura en los próximos años, merced al apoyo de las autoridades regionales y educativas.

GUERRA DE AUDIENCIA

En el ámbito de la radio y la televisión, la guerra de las audiencias marcó el ejercicio, con los trasvases de profesionales estrells y la proliferación de concursos como principales armas.

La crisis de RTVE, con unas pérdidas de 30.000 millones, a la espera de un contrato-programa con el Gobierno, la compra de Antena-3 Televisión por parte del grupo Asensio-Conde-Murdoch, y el subsiguiente traspaso de Antena-3 de Radio al Grupo Prisa, fueron las principales bazas empresariales.

La imposición del "bartering" (incluir publicidad encubierta dentro de los contenidos de un concurso o una serie de televisión) y la contraprogramacin, basada en el cambio a última hora de las películas para arañar cuotas de audiencia a los competidores, se hicieron habituales en las cadenas de televisión, criticadas por las publicaciones especializadas por la falta de previsión.

FECHAS CLAVE

- 31 de marzo: La Orquesta Nacional de España celebra sus 50 años.

- 22 de mayo: Aprobación de la Ley de Mecenazgo.

- 12 de junio: Asensio, Conde y Murdoch compran A-3 TV.

- 26 de julio: Se traslada el "Guernica" del Casón del Buen Retiro.

- 10 de septiembre: Apertura de la Colección Permanente del MNCARS.

- 10 de octubre: Inauguración del Museo Thyssen-Bornemisza.

- 11 de diciembre: Aprobación de la Ley de Fundaciones.