Salud
La bacteria que causa la fiebre tifoidea se expande en 30 años con más resistencia a los antibióticos
- Según un estudio
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Las bacterias que provocan la fiebre tifoidea se están volviendo cada vez más resistentes a algunos de los antibióticos más importantes para la salud humana y se han propagado ampliamente en los últimos 30 años.
Así se explica en un estudio publicado en la revista 'The Lancet Microbe'. El análisis del genoma más grande de 'Salmonella enterica serovar Typhi' ('S. Typhi') también revela que las cepas resistentes, casi todas originarias del sur de Asia, se han propagado a otros países casi 200 veces desde 1990.
La fiebre tifoidea es un problema de salud pública mundial que causa 11 millones infecciones y más de 100.000 muertes al año. Si bien es más frecuente en el sur de Asia, que representa el 70% de la carga mundial de enfermedades, también tiene un impacto significativo en el África subsahariana, el sudeste asiático y Oceanía, lo que destaca la necesidad de una respuesta global.
Los antibióticos se pueden utilizar para tratar con éxito las infecciones por fiebre tifoidea, pero su eficacia se ve amenazada por la aparición de cepas resistentes de 'S. Typhi'. Hasta ahora, el análisis del aumento y la propagación de 'S. Typhi' resistente ha sido limitado y la mayoría de los estudios se basan en muestras pequeñas.
Los autores del nuevo estudio realizaron la secuenciación del genoma completo en 3.489 aislamientos de 'S. Typhi' obtenidos de muestras de sangre recolectadas entre 2014 y 2019 de personas en Bangladesh, India, Nepal y Pakistán con casos confirmados de fiebre tifoidea. También se secuenció e incluyó en el análisis una colección de 4.169 muestras aisladas de la bacteria en más de 70 países entre 1905 y 2018.
Los genes que confieren resistencia en los 7.658 genomas secuenciados se identificaron utilizando bases de datos genéticas. Las cepas se clasificaron como multirresistentes si contenían genes que daban resistencia a los antibióticos clásicos de primera línea ampicilina, cloranfenicol y trimetoprima/sulfametoxazol. Los autores también rastrearon la presencia de genes que ofrecen resistencia a los macrólidos y las quinolonas, que se encuentran entre los antibióticos más importantes para la salud humana.
PROPAGACIÓN
El análisis muestra que las cepas resistentes de 'S. Typhi' se han propagado entre países al menos 197 veces desde 1990. Si bien estas cepas se produjeron con mayor frecuencia en el sur de Asia y desde allí hasta el sudeste de Asia, el este y el sur de África, también se informaron en Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
Desde 2000, las cepas multirresistentes de 'S. Typhi' ha disminuido constantemente en Bangladesh e India, y se han mantenido bajas en Nepal (menos de un 5% de las cepas de fiebre tifoidea), aunque ha aumentado ligeramente en Pakistán. Sin embargo, están siendo reemplazados por cepas resistentes a otros antibióticos.
Por ejemplo, las mutaciones genéticas que otorgan resistencia a las quinolonas se han propagado al menos 94 veces desde 1990 y el 97% se originaron en el sur de Asia. Las cepas resistentes a quinolonas representaron más del 85% de 'S. Typhi' en Bangladesh a principios de la década de 2000, lo que aumentó a más del 95% en India, Pakistán y Nepal en 2010.
Las mutaciones que causan resistencia a la azitromicina, un antibiótico macrólido ampliamente utilizado, han surgido al menos siete veces en los últimos 20 años. En Bangladesh, las cepas que contenían estas mutaciones surgieron alrededor de 2013; desde entonces, el tamaño de su población ha subido constantemente.
Estos hallazgos se suman a la evidencia reciente del rápido aumento y propagación de las cepas de 'S. Typhi' resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, otra clase de antibióticos de importancia crítica para la salud humana.
"La velocidad a la que han surgido y se han propagado cepas altamente resistentes de 'S. Typhi' en los últimos años es un motivo de preocupación real y destaca la necesidad de ampliar urgentemente las medidas de prevención, particularmente en los países de mayor riesgo. Al mismo tiempo, el hecho de que las cepas resistentes de 'S. Typhi' se hayan propagado internacionalmente tantas veces también subraya la necesidad de considerar el control de la fiebre tifoidea y la resistencia a los antibióticos en general como un problema global más que local", apunta Jason Andrews, de la Universidad Stanford (Estados Unidos).
(SERVIMEDIA)
22 Jun 2022
MGR/gja