La compañía presentó hoy ante las autoridades el plan que le había sido solicitado como condición para aprobar el proceso de fusión, denominado Plan de Modernización y Mejora de la Competitividad.

Azucarera Ebro Agrícolas continuará adelante con el proceso de concentración industrial iniciado, a fin de acecarse al tamaño de las fábricas europeas y de competir en condiciones de igualdad.

El plan prevé el incremento de la cuota por fábrica hasta alcanzar las 78.000 toneladas métricas, frente a las 65.000 toneladas actuales, mientras que los costes de producción se reducirán en más de 3.200 pesetas por cada tonelada.

Los costes fijos disminuirán en más de 1.500 pesetas por cada tonelada, a la vez que se espera que también se reduzcan los costes energéticos. La duración media de las campañas de produción aumentará hasta los 81 días de promedio, frente a los 76 días actuales.

El nuevo grupo acometerá nuevos planes de ayuda a la mejora de los rendimientos agrícolas y dotará de una mejor capacitación técnica a sus empleados. También reducirá los costes logísticos de distribución y ampliará su gama de productos.

En una primera fase, entre septiembre y diciembre de este año, la empresa difundirá el contenido del programa a los trabajadores, las organizaciones agrarias y las instituciones públicas. La nueva compañía recuerda en el documento entregado a Economía que está garantizado el respeto a los derechos de los remolacheros, el cumplimiento de los acuerdos con las organizaciones agrarias (especialmente el acuerdo interprofesional de reestructuración) y los firmados con los sindicatos, referidos al plan de bajas voluntarias y de movilidad geográfica.

El presidente, Vicente de la Calle, subrayó las ventajas que tiene el plan para los trabajadores, agricultores y accionistas de la compañía,y añadió que Azucarera Ebro Agrícolas se convertirá en un referente a nivel mundial en el sector.