Creado por la Complutense y la Fundación Pérez Modrego, el centro dispone de una técnica de última generación que registra la actividad del cerebro de forma no invasiva, lo ue permite investigar las relaciones entre las estructuras cerebrales y sus funciones. Esto lo convierte en un instrumento esencial para la neurociencia.

La magnetoencefalografía tiene múltiples campos de aplicación médica, como la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer. También se utiliza para tratar el parkinson y la esquizofrenia.

Su uso en estos casos es doble: como complemento diagnóstico y como sistema de seguimiento para evaluar la eficacia de un tratamiento médico. Para los pacientes, tiee la importante ventaja de ser una técnica no invasiva y de tratamiento confortable, ya que no genera claustrofobia como la resonancia magnética y permite adoptar durante la prueba una postura cómoda.