En el mitin de cierre de campaña celebrado en la capital hispalense ante unas 10.000 personas, el líder del PP afirmó que "España necesita un gobierno fuerte, una mayoría clara para afrontar los problemas", y mostró su desacuerdo con "los gobiernos civiles que sólo interesan a los insolidarios o a los que no saben marcharse del Gobierno sin ensuciar ni manchar".

Aznar hizo un llamamiento a a "esperanza colectiva de los españoles" y aseguró que "pueden confiar en el cambio porque la normalidad democrática viene para todos".

El máximo dirigente popular declaró sentirse "pletórico de fuerza y moral para asumir el gobierno a partir del domingo" y dijo que la mayoría que logrará el Partido Popular será "abierta, conciliadora, integradora, que viene a sumar y no a dividir, a hablar de futuro sin mirar hacia atrás, sin ira".

Aznar finalizó el acto de Sevilla asegurando que cierra esta camaña electoral sin sufrir el más leve rasguño, a pesar de ser el político español "que más insultos ha recibido en la historia de España".

TENED MIEDO Y VOTAD AL PSOE

Por su parte, el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucia, Javier Arenas, señaló que el eslogan electoral del PSOE en esta campaña ha sido "Andaluces asustaos, tened miedo y votad al PSOE", frente al PP que ha apoyado la idea de "atreveos al cambio político, pero sobre todo votad en libertad y sin miedo".

Arenas djo que "si gobierno a partir del domingo seré el presidente de todos los andaluces", y reprochó a Manuel Chaves que haya gobernado "sólo para el PSOE". El líder andaluz se comprometió ante José María Aznar a llenar los estadios de fútbol de Sevilla, el Sánchez Pizjuan o el Benito Villamarín, en actos electorales de las próximas eleccciones.

"No quiero cambiar el privilegio de tener el carné del PSOE por el de tener el carné del Partido Popular", continuó el dirigente popular, que apostilló que "conmig sólo vale el DNI".

La alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, insistió en que los gobiernos de UCD a los que ella perteneció jamás apoyaron acciones ilegítimas de grupos violentos, "no como otros". Alabó la honradez, sentido democrático y dignidad de la transmisión de poderes de la UCD al PSOE en 1982 y añadió: "dudo que los socialistas acometan un proceso tan limpio como el de la UCD si pierden las elecciones del 3-M".