AZNAR RECHAZA MODIFICAR LOS ESTATUTOS VASCO Y CATALAN PORQUE VOLVERIAN LOS "DEMONIOS HISTORICOS" CERRDOS EN 1978
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El presidente del Gobierno, José María Aznar, rechazó hoy de nuevo reformar los estatutos de autonomía vasco y catalán, porque obligaría a cambiar la Constitución de 1978 y forzaría a la sociedad española "a enfrentarse de nuevo con sus propios demonios históricos" y "a dedicar su tiempo y sus energías a retroceder, en lugar de avanzar".
Agregó que los ciudadanos deben tener claro qué se propone reformar, porque la norma fundamental "no puede utilizarse aconveniencia". "Nuestro modelo constitucional tiene mucha vida por delante y muchos éxitos que proporcionar a cada ciudadano en la satisfacción de sus aspiraciones individuales".
Aznar hizo estas declaraciones en la clausura de una conferencia- coloquio organizada por la Fundación para el Análisis Social (Faes), que él mismo preside, y titulada "El futuro de España en el XXV aniversario de la Constitución". El presidente abogó por reforzar el papel del Estado y que las autonomías asuman el ejercicio rsponsable de sus competencias y dejen de reivindicar.
Indicó que desde hace años "España está en marcha (...), transita por el buen camino" y sólo dejará de obtener los beneficios que se derivan de ser un país normal "si llegamos a aburrirnos o a temer la propia normalidad y sus responsabilidades anejas".
Ese aburrimiento puede manifestarse, a su juicio, de tres maneras: propugnando la "inestabilidad" a través de cambios constitucionales, con un estancamiento económico y social o volviendo al aisamiento.
Respecto a este último riesgo, y en clara referencia a la división social vivida en los últimos meses por la guerra de Iraq, Aznar dijo: "No conozco ninguna sociedad que haya mejorado por el procedimiento de retirarse del mundo".
"Y a estos efectos", añadió, "considero que una forma de retirarse o aislarse del mundo es irse a la grada a ver cómo otros resuelven los problemas que nos afectan a todos. No debemos asustarnos de estar en el mundo, ni debemos mirar con recelo que el mundo de ara, se globalice, se integre, de la misma manera que acabamos de hacer en la Unión Europea".
En referencia a la Carta Magna, afirmó que "la Constitución es, si se me permite decirlo así, nuestra tradición y nuestro futuro. Creo que es esencial que consideremos a la Constitución como el pilar fundamental de nuestra tradición democrática. Y a ello debemos contribuir todos con un renovado espíritu de concordia".
(SERVIMEDIA)
24 Abr 2003
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