La FAES iniciará los trabajos casi un año después de la firma, el 26 de noviembre de 2001, del protocolo de fusión de las fundaciones Humanismo y Democracia, Estudios Europeos, Cánovas del Castillo, Popular Iberoamericana, de Análisis y Estudios Políticos y del Instituto de Formación Política.

La nueva institución resultante, al frente de la cual quedará Aznar como presidente, esarrollará sus actividades en tres campos: formación, relaciones internacionales y análisis y estudios. Para ello, se crearán tres institutos bajo los nombres de Popular Iberoamericana, Cánovas del Castillo y Manuel Fraga Iribarne.

El organigrama de esta nueva fundación deja al presidente del PP como máximo responsable. Habrá un nuevo patronato, en el que estará el director del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Carlos Aragonés. Por debajo de él habrá uno o más vicepresidentes, un director geneal y un secretario general, que actuará como verdadero presidente ejecutivo en el día a día.

Aznar ya ha encontrado para este puesto a un hombre de su máxima confianza. El "elegido" es Baudilio Tomé, que trabajó en la anterior legislatura en el Gabinete del presidente del Gobierno y que, en mayo de 2000, abandonó La Moncloa para trabajar en el nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología como secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información.

UN "LABORATORIO DE IDEAS"

znar quiere que la nueva fundación de fundaciones del Partido Popular se convierta en un "laboratorio de ideas" que puedan ponerse posteriormente "al servicio de España". Asimismo, estará "muy pendiente" de todo cuanto ocurra en la Fundación de Análisis de Estudios Sociales (FAES) puesto que se trata de un "proyecto personal".

Así de claro lo dejó hace un año durante la firma del protocolo de fusión de las cinco fundaciones ante un centenar de dirigentes del Partido Popular. Entonces, dijo que un Gobirno "ni puede ni debe perder" nunca las ideas porque las decisiones del Ejecutivo nacen siempre de una idea política.

El "número uno" del PP quiere que la Fundación sirva también para exportar sus ideas de centro reformistas por Iberoamérica y apoye política e ideológicamente a líderes del continente americano. "Queremos que haya gobiernos populares por todas partes", dijo Aznar en aquella ocasión.