Durante una rueda de prensa en La Moncloa con el primer ministro de Bélgica, Guy Verhofstadt, Aznar acusó expresamente al ex "conseller en cap" de la Generalitat Josep Lluís Carod Rovira de haber pactado con ETA que la bada terrorista "podía seguir matando dónde quisiera, pero que no matase en Cataluña porque eso dañaba las expectativas de Esquerra Republicana de Cataluña".

Agregó que, a día de hoy, Carod Rovira sigue formando parte del Gobierno de Cataluña, no ha pedido disculpas, "ha preanunciado su vuelta a su anterior cargo" y admite que "su deseo es cargarse institucionalmente una política de estado diseñada para acabar con el terrorismo".

"Eso es una vergüenza en si mismo y una vergüenza para quien lo toler. A eso no se debe añadir el insulto de (sugerir) que puede haber un solo oficial, un solo director (del CNI), un solo profesional de un servicio o de fuerzas de seguridad en España que, si tiene la oportunidad de acabar con la cúpula terrorista, no lo haga".

El jefe del Gobierno instó al PSOE a responder de la "vergüenza" de mantener pactos con un partido que es capaz de seguir semejante estrategia y dijo que los socialistas añaden a eso "el insulto de pensar que hay servicios capaces de poder detene a los dirigentes de la banda terrorista y no hacerlo; eso es vergonzoso".

"Ruego, por favor, que no se añada a la vergüenza el insulto. Espero y deseo que estas circunstancias no se hubiesen producido nunca, pero lo que garantizo es que nadie va torcer, ni a romper, ni a bloquear, ni a modificar la política de estado que en España existe en la lucha antiterrorista", insistió Aznar.