Aznar, que no quiso hacer ninguna declaración ajena a la inauguración de la conexión entre las líneas 8 y 10 del Metro de Madrid, no pudo resistirse a hacer un comentario jocoso sobre la derrota del Madrid ante el Alavés que le costó al equipo merengue su continuidad en el campeonato.

Tras visitar las obras que aún están en marcha en el Metro provisto del reglamentario casco, retornó al vestíbulo de la estación Gregorio Marañón donde acosado por las preguntas de los periodistas, reclamó la presencia de Brunet, el corresponsal del diario La Vanguardia de conocida adcripción culé al que ofreció un pañuelo tras la demoledora derrota del Barça ante el Valencia en los últimos 20 minutos de juego.

"¿Donde está Brunet?", preguntó el presidente, quién seguidamente reconoció que hoy, además del casco, "necesito una sábana". No obstante, Aznar asumió con deportividad la derrota de su equipo y dijo que "está bien que de vez en cuando a los randes les bajen los humos".

Estas breves declaraciones del presidente, se produjeron entre empujones, torpezones y carreras de los periodistas que, confundidos con el resto de los invitados trataban de llegar a Aznar sin conseguir franquear el cerco de hombres de seguridad que le rodeó en todo momento.

Previamente, el presidente fue recibido con insultos de grueso calibre a las puertas de la nueva estación del suburbano por un grupo de manifestantes, trabajadores del Metro, que pretendían presioar así para conseguir mejores condiciones en la negociación de su convenio colectivo.

Seguidamente, Aznar asistió a una inauguración `de cine' en la nueva estación de Gregorio Marañón. Pantallas gigantes en las que se daba un repaso a la historia del Metro en Madrid, sonido estereofónico y luces intensas, precedieron el acto de inauguración propiamente dicho.

En el instante culminante, una nube de humo cubrió la boca del túnel desde el que avanzó a toda máquina un moderno tren que entre pididos etridentes cortó limpiamente la banda que atravesaba la vía. "Nunca he visto una cinta tan bien cortada como esta", aseguró Aznar, tras haberse librado del consabido corte con tijera y foto que suele ser habitual en estos actos.