Arzallus llegó a la Moncloa sobre las dos horas de la tarde, para participar en un almuerzo de trabajo con el Presidente del Gobierno, al que asistieron también Angel Acebes, coordinador del Partido Popular e Iñaki Anasagasti, portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados.

Aznar solicitó al líder del PNV su apoyo para continuar con los Presupuestos Generales del Estado para 1998, y le pidió un esfuerzo "especial" para alcanzar los objetivos de Maastrich.

Además, el presidente del Gobierno explicó a los nacionalistas las cuestiones más destacadas que el Ejecutivo acometerá para la lucha contra el terrorismo, a sólo una semana de una nueva reunión del Pacto de Ajuria Enera. En este sentido Aznar insistió en la necesidad de evitar "fisuras" que puedan dar fragilidad al pacto contra el terrorismo entre todos los partidos democráticos.

Por su parte, Arzallus insitió a José María Aznar en dar un impulso al proceso de transferencias a las Comunidades Autónoas e insistió en la cuestión de la gestión de infraestructuras. En este sentido, ambos dirigentes dialogaron sobre el desarrollo del Estatuto de las Autonomías, que se estudiará en los próximos meses. No obstante, Arzallus insistió en la necesidad de que se avance en el autogobierno.

Los nacionalistas mostraron también su interés en que se impulse la transferencias en temas relativos a empleo, para que el gobierno autonómica pueda gestionar directamente el Instituto Nacional de Empleo (INEM) en el Paí Vasco.

Los máximos dirigentes del Gobierno y del PNV compartieron una comida, seguida de una larga sobremesa en los jardines del Palacio de la Moncloa. El menú de esta reunión estuvo compuesto de ensalada de pasta con salmón ahumado, carne a la brasa y tarta de Williams, todo ello regado con vino de la Ribera de Duero.