Aznar hizo estas manifestaciones durante su intervención en un acto solemne de conmemoración del 150 aniversaro de la creación del primer centro de formación de ingenieros industriales en España.

El presidente hizo un repaso histórico del desarrollo de la industria y de las tecnologías en nuestro país. Reconoció que España perdió el tren de la primera revolución industrial, pero destacó que en los últimos años el país se ha situado entre los más pujantes en materia económica y empresarial.

Para respaldar este argumento indicó que "un año después" de desencadenarse la crisis del petróleo en que estamos inersos, la economía española está creciendo a un ritmo del 4 por ciento, por encima de los países de nuestro entorno.

Desacreditó a quienes en esta situación hablan de una inminente caida del crecimiento porque si "a lo mejor caemos a un crecimiento del 3,6 o del 3,7 por ciento creo que son caidas venturosas que nos van a permitir crecer más que los demás y seguir creando riqueza y empleo".

Todo ello debe hacerse en el marco de la globalización, porque oponerse a ella no tiene "utilidad", resulta ás ventajosa que inconveniente y además esta es la primera vez que se está discutiendo "cómo se puede favorecer a todos".

En esta tarea, el Gobierno necesita "la ambición" de toda la sociedad y especialmente de las empresas a las que instó a dedicar más atención a la renovacion tecnológica para mantenerse en óptimas condiciones de competitividad. A su juicio, ya se acabó el tiempo en que las empresas sólo fiaban en la acción pública el desarrollo tecnológico.

Sin embargo, Aznar aseguró que el Ejeutivo tiene voluntad de apoyar la investigación científica y técnica y para ello reiteró su compromiso de gastar un 2 por ciento del Producto Interior Bruto en innovación tecnológica antes de que finalice la legislatura en el año 2004.