Además del problema del terrorismo, Aznar se refiere también en la entrevista a las virtudes del model de centro reformista y al "caso Pinochet".

Al hilo de las recientes detenciones de etarras en suelo francés, que hacen sospechar que la banda terrorista está aprovechando la tregua para intentar rearmarse, Aznar declara que "ETA tiene miedo a la paz, porque ésta supondría el fin de lo que ellos presentan desde hace años como un conflicto histórico con el Estado español".

En relación al papel desempeñado por Francia en el conflicto, el presidente del Gobierno español se muestra optimista y agradeido. "La cooperación franco-española en la lucha antiterrorista es en estos momentos plenamente satisfactoria, después de tantos años en que Francia ha mostrado su incomprensión", indica.

En una mirada hacia Europa, Aznar reconoce que los dos ámbitos en los que se debe progresar aún son el del Pesc y el de la definición de un espacio común de seguridad, libertad y justicia.

"Siguiendo el modelo de centro reformista, mi Gobierno se ha fijado como objetivo la construcción de un país decididamente mderno, en la vanguardia de Europa", asegura el presidente. "En España ha triunfado el centro porque tenemos un proyecto, una mayoría y un partido unido; sin unidad es difícil, por no decir imposible, gobernar".

Preguntado por "Le Figaro" acerca de su posición sobre la extradicción de Augusto Pinochet a España, y ante la inminente resolución de la justicia británica con respecto al futuro del ex dictador chileno, José María Aznar afirma respetar por encima de todo la independencia de la justicia: "Por tro lado, yo nunca daría lecciones a Chile ni a ningún país de América Latina; la democracia española es demasiado joven para eso".