En una reunión "sincera" en la que cada uno expresó sus ideas con "franqueza" y "lealtad", Aznar e Ibarretxe intercambiaron sus puntos de vista sobre la pacificación del País Vasco,según explicó el lehendakari al término de las dos horas de encuentro.

El nuevo lehendakari vasco se dirigió a la prensa en euskera en primer lugar y después hizo un resumen de la reunión en castellano. Indicó su voluntad de trabajar firmemente para conseguir la paz y se mostró dispuesto a "estudiar conjuntamente" las medidas que pueden adoptarse para compensar el "daño ocasionado a las víctimas del terrorismo".

Ibarretxe manifestó al presidente del Gobierno su firme rechazo a cualquier tipo de mnifestación violenta y le pidió el pronto acercamiento de los presos de ETA al País Vasco.

El nuevo jefe del Gobierno vasco se comprometió con Aznar a mantener total discreción sobre el diálogo con el Gobierno central y con los partidos políticos sobre el proceso de pacificación y le aseguró que su objetivo en este terreno "es alcanzar la paz, y no conseguir réditos electorales".

Anunció que a partir de la próxima semana iniciará contactos con todos los partidos representados en el Parlamento vaso y defendió los criterios de "tolerancia, diálogo y negociación" en este proceso.

Reconoció que en estas reuniones se han puesto de manifiesto las diferencias de criterio entre ambos dirigentes, pero advirtió que "no es hora de cerrar ninguna puerta, sino de tener las puertas abiertas", por lo que ambos se comprometieron a mantener abiertos los canales de diálogo en el futuro. "No podemos frustrar la esperanza de los ciudadanos", remachó Ibarretxe.

Por su parte, el Gobierno de José María Aznar iscribió este encuentro dentro de la normalidad de las relaciones instiucionales y coincidió con Ibarretxe en valorar el encuentro como sincero y en defender los valores de la tolerancia y el diálogo como caminos para iniciar definitivamente un proceso de paz en Euskadi.