En este senido, agregó que para acabar con el terrorismo "no hay atajos, ni el atajo de la ilegalidad -el GAL ha sido un desastre- ni el de la negociación".

A su juicio es el Gobierno español el que debe impulsar la lucha contra el terrorismo y, en este sentido, se ha comprometido a remitir al Congreso de los Diputados un proyecto de ley para hacer efectivo el cumplimiento íntegro de las penas que afectan a los terroristas.

Por otra parte, anunció su propósito de "actuar contra las personas que hacen apologa de la violencia" y expresó su deseo por conservar la línea de los pacto de Madrid y de Ajuria Enea.

En relación al fenómeno de la corrupción, el líder conservador aseguró que "no es un problema español, sino consecuencia de un estilo de gobierno. Ser honrado no es díficil, hay que serlo. Y siéndolo hay que tener autoridad moral para adoptar las medidas legales que eviten que la corrupción prolifere en el país".

Por ello, subrayó que "quiero un gobierno mucho más controlado". A su juicio, el conrol interno de la Administración se logrará "potenciado la Intervención General del Estado". Asimismo el PP, si gobierna, creará una Oficina de Control Presupuestario que limite la capacidad de gasto del gobierno y fomentará el control institucional con una nueva Ley de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas.