El viaje de Aznar tiene como objetivo estrechar lazos políticos y comerciales, dejando claro a las autoridades de los paises sudámericanos que las inversiones españolas en esta área del mundo so a largo plazo, pese a las dificultades que pueda atravesar actualmente América Latina.

España es el primer inversor extranjero en Perú y Colombia, y Aznar viaja acompañado de 130 empresarios, lo que da idea de la importancia concedida al viaje por el jefe de Gobierno español.

La lucha contra el narcotráfico será otra cuestión estelar en los contactos de Aznar con el Gobierno de Colombia, con el que firmará un convenio en esta materia.

En el caso de Perú, las relaciones políticas son más "fras", desde la llegada al poder de Fujimori. La última visita institucional a este país la protagonizó Javier Solana, siendo ministro de Asuntos Exteriores, en 1993.

La visita de Aznar a las dos repúblicas sudámericanas se produce después de que Anmistía Internacional haya hecho un llamamiento al presidente español para que pida a los gobernantes de los dos paises un mayor respeto por los derechos humanos.