A su juicio, plantear la posibe reforma del actual sistema de corresponsabilidad fiscal es razonable porque no se trata de ningún asunto que atente, por ejemplo, contra la soberanía, como ocurre con ciertas propuestas de los nacionalistas vascos.

Aznar consideró, en un encuentro informativo con periodistas, que este tipo de iniciativas de Pujol no tiene por qué empañar las relaciones entre ambos socios parlamentarios, incluso en período preelectoral.

El Gobierno no abrirá el debate sobre la financiación autonómica hasta el añ 2000, puesto que el actual sistema tiene vigencia hasta el 2001, por lo que Aznar evitó pronunciarse sobre los contenidos concretos de la propuesta de Pujol.

Insistió en que los partidos nacionalistas no pueden plantear su relación con el Ejecutivo central "como hace 20 años" porque tienen un alto grado de autogobierno y sugirió que sería conveniente pedir cuentas a los gobiernos autónomos de su gestión del tramo de 30% del IRPF que tienen cedido desde el año 1996.