Chirac y Aznar alcanzaron este compromiso en la duodécima cumbre franco-española, que se celebra hoy y mañana en la localidad francesa de La Rochelle, según informaron fuentes oficiales de la delegación española.

Un gesto inequívoco de abandono de las armas por parte de ETA, añadieronestas mismas fuentes, propiciaría una flexibilización de la política penitenciaria española, en lo que también encontraría la colaboración del Gobierno de Francia, país en el que hay etarras encarcelados.

Ambos gobiernos coinciden en que la tregua de ETA ha abierto un panorama esperanzador, pero también en rechazar las reclamaciones de soberanía que pudiera plantear una asamblea de municipios vascos regidos por partidos nacionalistas tras las elecciones locales de 1999. Las autoridades de España y Fracia estiman que la paz no puede tener el precio de contrapartidas políticas.

Por otra parte, Chirac y Aznar, en un encuentro que se prolongó durante dos horas y cuarto, repasaron también otras cuestiones, como la búsqueda de criterios unificados para la próximo cumbre comunitaria de Viena. Chirac y Aznar se mostraron de acuerdo en la necesidad de mantener la austeridad y la disciplina macroeconómica en la primera fase de puesta en marcha del euro.