AZNAR CELEBRA MAÑANA EL PRIMER ANIVERSARIO DE SU VICTORIA ELECTORAL CON UNA 'REMONTADA' EN LAS ENCUESTAS

- La subid coincide con un endurecimiento de la dialéctica Gobierno-oposición, aunque desde el PP se niega crispación

- Satisfacción del PP por cómo saldó el 'pulso' de los camioneros y confianza en un acuerdo para la reforma laboral

MADRID
SERVIMEDIA

José María Aznar volverá mañana a su cuna política, Avila, quince años después de ser elegido diputado por esa circunscripción, para festejar el primer aniversario de la victoria del PP en las Elecciones Generales del 3 de marzo de 1996. Acompañado por la plana mayor del partido, Aznar culminará con un mitin en el polideportivo municipal de la ciudad una jornada que incluye comida con militantes y simpatizantes.

El presidente cerrará así tres días de festejos populares por toda la geografía española, con los que la dirección nacional ha pretendido revitalizar la formación que apoya al Gobierno, en un momento de 'remontada' en las encuestas.

Los principales miembros del Ejecutivo respiraron tranquilos la pasada semana cuando ls llegó el 'barómetro' del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente a enero.

Ese sondeo y otros publicados por distintos periódicos confirman que se invierte el escenario demoscópico del último trimestre del 96, cuando el PSOE llegó a aventajar en 3,6% de estimación de voto al PP: 39,9% frente a 36,3% (datos CIS de octubre).

La ventaja del PP es ahora de sólo 0,5%: 38,7% frente a 38,2% de los socialistas, 'empate técnico' argumenta el PSOE, pero ha servido para que Gobierno y artido se lancen a resaltar la creciente "confianza" en el Ejecutivo y en Aznar.

FUERTE DESGASTE INICIAL

Atrás quedan diez meses de gestión en los que, desde el propio PP, se reconoce haber tomado decisiones que el electorado popular no entendió y que mandaron a un porcentaje del mismo a la abstención, con la consiguiente subida socialista.

La primera decisión, pactar con los nacionalistas, no es propiamente un error porque la precaria mayoría lograda el 3-M, 156 diputados, era insuficiente par alcanzar el Gobierno de la nación. Atrás quedaban polémicas lingüísticas con el catalán de por medio (Aznar llegó a declarar a un medio de comunicación que algunas veces habla esa lengua en privado) o los ataques a las cesiones del Gobierno de Felipe González a Cataluña y País Vasco.

Esa alianza, no obstante, enfrió bastante a un sector del electorado que, tres meses después, el 2 de agosto, sí acogió con abierta hostilidad la decisión del Consejo de Ministros de no desclasificar los 'papeles del Cesd', solicitados por jueces que instruyen casos relacionados con el GAL. A renglón seguido, se conoce que el Gobierno tiene en cartera un proyecto de Ley de Secretos Oficiales -hoy en el olvido- con fuertes restricciones a la libertad de expresión.

Para colmo, las dos decisiones salen de un ministerio, Defensa, que desde que se forma el Gobierno está en el 'ojo del huracán' por ser el ex alto cargo con el Gobierno socialista Eduardo Serra quien ocupa la cartera. Su nombramiento se relaciona con una supesta indicación del Rey y una comida Aznar-Suárez-González.

Se desatan los rumores sobre un pacto de Estado para tapar el GAL. Rumores que encuentran cobertura en la determinación del presidente de 'pasar página' porque "España no es una película del oeste", según explicó en el mitin de los primeros cien días de gobierno, en el Palacio de los Deportes de Madrid. El hecho de que no llenase un escenario a rebosar seis meses antes, el 1 de marzo, en la noche de fin de campaña, sirvió a los analistas paradiagnosticar un rápido y preocupante desgaste político del gobierno y su presidente.

En la otra parte, el PSOE pasa sus primeros meses de oposición agazapado y González en 'descompresión', según sus propias palabras, tras catorce años de gobierno. Sólo hace 'sangre' de la cesión del 30% del IRPF a las comunidades autónomas, pactado por PP y CiU. La constatación del nuevo equilibrio de fuerzas, el 'barómetro' del CIS de octubre que, como otros sondeos, certifican que los socialistas van por delante.

UEVO AÑO, NUEVA ETAPA

El Ejecutivo decide hacer 'borrón y cuenta nueva' de los últimos meses del año anterior y preparar una ofensiva tanto legislativa como de imagen para el año entrante. Enmedio se le han cruzado en estos dos primeros meses del 97 tres "pulsos": la ofensiva sangrienta de ETA, la huelga de los camioneros, y la polémica sobre la TV digital.

Respecto a lo primero, argumenta que todo Gobierno de España, desde hace treinta años, cuenta con ello y lo importante es "mantener una mismapolítica" y no ceder al chantaje de los violentos.

Donde se percibe satisfacción del PP es en el desenlace de la huelga de camioneros. La comparación con la huelga en Francia es inevitable y, en este sentido, el hecho de que se desconvocara sin una sola cesión del Ejecutivo, es interpretada por éste como una demostración de la autoridad legítima. Y se recuerda que el Gobierno de Juppé en el país vecino sí tuvo que ceder.

Desde el Gobierno se resta importancia a la polémica con los socialistas y s niega la "supuesta crispación", una situación que tiene mucho que ver con el "pulso" de la TV digital, que ha enrarecido el ambiente político en el último mes.

Crispación, argumentan los populares, hay cuando un gobierno no sabe si a la mañana siguiente seguirá teniendo mayoría. En España, hoy, no ocurre eso y, por tanto, dicen, el resto son las polémicas lógicas con la oposición socialista. Unas semanas más tensas que otras, pero sin incidencia en la necesaria estabilidad del país para el objetivo d pasar en el primer trimestre de 1998 el llamado 'examen' de Maastricht.

(SERVIMEDIA)
02 Mar 1997
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