AZNAR Y ALMUNIA ANALIZARON POLITICAS PENITENCIARIAS PARA CONVENCER A ETA DE QUE DEJE DEFINITIVAMENTE LA VIOLENCIA
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, estudiaron hoy, durante su segundo encuentro en La Moncloa tras el anuncio de tregua de ETA, algunas propouestas, fundamentalmente en el ámbito de la política penitenciaria, para convencer a la organización terrorista que deje definitvamente la violencia.
En el encuentro, de casi dos oras de duración, el presidente del Gobierno explicó al dirigente socialista los contenidos de sus entrevistas con los dirigentes de las fuerzas políticas celebradas tras el anuncio de tregua y su valoración de que está mucho más claro que al inicio de la ronda de encuentros que es abolutamente imprescindible separar el debate político de las actuaciones en el proceso que debe llevar a una paz definitiva.
El secretario general de PSOE consideró "positiva" esa valoración, en una rueda informativa celebada esta tarde, ya que la necesidad de separar ambas cuestiones se la había planteado él al presidente del Gobierno en la primera reunión.
Según la información facilitada por Aznar al dirigente socialista, "prácticamente todos sus interlocutores", incluido el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, "sostienen la necesidad de impedir que el abandono de la violencia esté sometido a alguna condición o tenga que estar sometido al pago de un precio en términos políticos".
PROPUESTAS
En la reunión, ambo dirigentes continuaron el intercambio de análisis y de propuestas que, según reveló el dirigente socialista aunque sin descender a detalles, fundamentalmente hacen referencia a la política penitenciaria. En este sentido, Almunia señaló a Aznar que "hay que hacer todo lo posible para que esta oportunidad abierta con la tregua no se frustre y se pueda convertir, cuanto antes, en el abandono denitivo de la violencia por parte de ETA".
Almunia agregó que "hay propuestas dirigidas a evitar que el debate plítico se entremezcle y condicione de uno u otro modo el final de la violencia y, por otro lado, hay propuestas que pueden ayudar a que ETA tome esa decisión definitva de dejar de una vez por todas de matar".
El dirigente socialista también le planteó al presidente del Gobierno cuál debería ser el calendario de estas propuestas de actuación, "algunas de las cuales se pueden ir desarrollando", en su opinión, antes de las elecciones autonómicas, "aunque muchas de ellas necesariamente van a tener que serdesarrolladas, si se acuerda así, después de las elecciones vascas del 25 de octubre", señaló.
Ambos dirigentes quedaron en seguir hablando, aunque probablemente ya no en reuniones convocadas con tanta formalidad, para tratar de aunar diagnósticos y adoptar decisiones en común de cara a este vance necesario hacia una paz definitiva, y también "en la medida de lo posible, para superar las diferencias entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, sobre todo en aquello que nos nos debe difereciar", dijo Almunia, "como es la defensa del marco constitucional y estatutario y la defensa de los acuerdos de Ajuria Enea y de Madrid.
Almunia calificó la reunión de "sustancialmente positiva", antes de avanzar que la posición del PSOE "no será seguidista respecto al Gobierno haga lo que haga el Gobierno. Nuestro deseo es coincidir con el Gobierno y con todas las fuerzas democráticas, pero lógicamente ello tiene que basarse en posiciones y planteamientos asumidos por todos los que coinciden y no simlemente planteados por unos y seguidos por otros".
LEHENDAKARI
El secretario general del PSOE señaló su deseo de que el lehendakari que surja de las elecciones del 25 de octubre sea un "autonomista", pero señaló que no había planteado esa cuestión a Aznar.
"Hay una cuestión de principio, el lehendakari tiene que ser representativo de la mayoría parlamentaria, per no hay nada escrito en nigún lado, ni en la Constitución ni en el Estatuto ni en los viejos Fueros que diga que el lehendakari tiene ue ser del PNV. Puede ser de cualquier partido y lo van a decidir los ciudadanos. Yo creo que sería muy bueno que fuese un lehendakari autonomista, leal a la Constitución y defensor de la Constitución Española".
VACANTES TC
Aznar y Almunia también hablaron sobre la situación en la que se encuentran las negociaciones para la renovación del Tribunal Constitucional -las cuatro vacantes que tiene que ratificar el Senado-, que ambos consideran urgente ultimar.
Almunia reiteró la necesidad del conseno de ambas partes -PP y PSOE- sobre el conjunto de los nombres y agregó que "el PP no puede pretender imponer nombres al Partido Socialista, porque esa no es forma de avanzar en la negociación, sino más bien de entorpecerla".
(SERVIMEDIA)
01 Oct 1998
J