Aznar, que contestó en nombre de su grupo al ministro Solchaga, acusó al Gobierno de generar "un pesimismo exagerado" al anunciar que este año será malo y 1993 todavía peor.

"No cabe un fatalismo como elque sirve de refugio al Gobierno, que, responsabilizando a las circunstancias internacionales de la globalidad de nuestra crisis, presenta unos presupuestos para 'ir tirando', en espera de que la mejora en el exterior nos permita engancharnos otra vez al carro del desarrollo", señaló.

Aznar afirmó que la medida de mayor rigor adoptada por el Gobierno en los Presupuestos del 93, la congelación de los sueldos de los funcionarios, es un "efectismo" realizado para dar la falsa impresión de que el Gobierno"coge el toro por los cuernos".

El líder popular también restó credibilidad al anuncio realizado en el debate por Solchaga de traspasar la gestión de las prestaciones contributivas a la patronal y los sindicatos, porque, según dijo, el Gobierno carece de iniciativa y apoyo para sacarla adelante.

EQUIVOCARSE TANTO

Dirigiéndose a Solchaga, Aznar espetó al ministro que "no puede equivocarse tanto, ni tantas veces, ni con tanta intensidad porque, al final, nadie da valor a sus palabras. Muchos de ls que confiaron en ellas se encuentran hoy engorsando las colas del paro o intentando salvar como pueden sus negocios en crisis".

Aznar explicó que la alternativa popular pasa por la congelación de la presión fiscal, el fomento del ahorro "frente a la especulación y el gasto", y la eficacia en la gestión "frente al derroche del dinero público".