En respuesta en el pleno del Congreso a una pregunta del diputado socialista Joan Romero, Aznar dijo que el Gobierno no va a modificar el tratamiento académico de la religión, sino la reglamentación de la alternativa a esta asignatura.

Explicó que el Ejecutivo considera que los jóvenes que no deseen estudiar religión deben hacer cosas más "provechosas" que acer pasatiempos o jugar al parchís.

El presidente se mostró convencido de que esta nueva asignatura, que será voluntaria, "ahorrará muchos problemas" a los jóvenes y es deseada por la mayoría de la sociedad española.

Según Aznar, el PSOE mantiene una actitud "ridícula" por decir que el Gobierno abre ahora un "viejo conflicto" con la creación de esta enseñanza alternativa a la religión.

El presidente del Gobierno rechazó que el Gobierno se haya "echado en brazos de los obispos" con esta refoma, como le acusó el parlamentario socialista. De ser así, le dijo Aznar, "a ustedes les llevan venciendo 13 años", porque el Ejecutivo no modificará el tratamiento académico de la religión mantenido durante la etapa socialista.

"No se puede alentar espantajos donde no hay. Hablar de viejos conflictos es ridículo", remarcó el jefe del Ejecutivo.

El diputado del PSOE le había dicho previamente que el Gobierno va a abrir con esta reforma educativa "un debate rancio, anacrónico y premoderno" que sól busca imponer una asignatura más a los estudiantes por la vía de la "coacción".