El "ranking" de morosos está encabezdo por el ayuntamiento de Marbella, dirigido por Jesús Gil, que debe 11.685 millones de pesetas, seguido por el de Estepona, gobernado por el GIL hasta las pasadas elecciones, con 3.582 millones de deuda.

Además, aunque en este caso la deuda no es imputable a la actuación del GIL, el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción tiene una deuda de 2.015 millones de pesetas. La Línea está gobernada por el GIL desde las últimas elecciones del pasado 13 de junio.

Dieciocho de los diecinueve ayuntamiento más endeudados con la Seguridad Social son andaluces y deben conjuntamente más de 30.000 millones de pesetas. Además, hay, repartidos por toda España, otros 39 ayuntamientos que deben más de 250 millones cada uno.

La lista de los 19 ayuntamientos más morosos, a 30 de junio de 1999, queda como sigue:

- Marbella (Málaga)11.685 millones- Estepona (Málaga) 3.582- Vélez Málaga (Málaga) 3.418- Puerto Real (Cádiz)3.170- Torremlinos (Málaga) 3.003- Fuengirola (Málaga)2.451- Línea de la Concepción (Cádiz)2.117- Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) 2.015- Mairena de Aljarafe (Sevilla) 1.905- Tarifa (Cádiz)1.628- Ubeda(Jaén) 1.522- Rincón de la Victoria (Málaga)1.468- Andújar (Jaén)1.459- S. Vicente dels Horts (Barcelona) 1.445- Torrox (Málaga)1.293- Ecija (Sevilla)1.288- Los Barrios (Cádiz)1.250- Nerja (Málaga)1.215- Barbate (Cádiz)1.107

MAS PRESION

Para combatir la morosidad de las entidades locales, el Estado comenzó recientemente a descontar las cantidades adeudadas a la Seguridad Social de las transferencias de la Administración central que corresponde recibir a los ayuntamientos.

El Gobierno busca nuevas vías para atajar este problema, teniendo en cuenta que los bienes de la corporaciones locales son inembargables, por lo que no puede procederse con ellas como con los empresarios morosos, a los que pueden embargarse sus propiedades en resarcimiento de los impagos a la Seguridad Social.

En último extremo, no está descartada la vía penal contra la gestión de las corporaciones que incumplen sistemáticamente sus obligaciones sociales, e incluso contra los responsables máximos de las corporaciones, los alcaldes.