En este incremento no están incluidos los servicios de incineración ni los nichos temporales, cuyas tarifas se adaptarán a los costes reales, que en el caso de la cremación pasará de las 5.000 pesetas actuales a unas 20.000 pesetas.

Viñals afirmó que las actuales tarifas del servicio de incineración provocan que otros municipios envíen a Madrid a sus fallecidos, "ya que les resulta muchísimo más barato que realizar inversiones para dotar a sus municipio del servicio de cremación".

Las tarifas para ciudadanos no empadronados en Madrid también experimentarán un incremento, debido, según Viñals, al aumento de la "importación de fallecidos" de otros municipios, favorecido por la falta de dotación de suelo para cementerios en poblaciones cercanas a la capital y por los precios políticos de las unidades de enterramiento de Madrid.

Aseguró que con la subida de los precios, el Ayuntamiento quiere "respetar la estabilidad de los funcionarios en su puest de trabajo y hacer que esa empresa siga funcionando a plena satisfacción pra las familias que tienen que utilizar sus servicios".

MALA PLANIFICACION

A su juicio, la situación económica actual de la empresa es consecuencia de la mala planificación de las decisiones de inversión a partir del año 1986, fecha en la que la empresa se hace cargo de la explotación del servicio de los cementerios municipales, que carecían de unidades de enterramiento.

En esa fecha el equipo de gobierno socialista que ntonces gobernaba traspasó al Ayuntamiento esas competencias, pero no los recursos necesarios para la explotación y realización de las inversiones, aseguró.

"La falta de recursos propios y subvenciones para acometer las inversiones hacen necesario recurrir al endeudamiento externo y esa carga financiera es la que da orígen a la situación actual", indicó.

El responsable de Sanidad resaltó que las inversiones realizadas durante los años 1986 y 1988 no fueron autofinanciadas, ya que, por ejemplo, elgobierno socialista puso tarifas políticas muy por debajo de los costes de construcción a la concesión de nichos temporales por diez años.

En su opinión, estos precios originan que, además de financiar con recursos ajenos las inversiones, haya que financiar también la concesión de los mismos.

Acusó al equipo de gobierno socialista de tomar decisiones de inversión "que produjeron costes hundidos, es decir, costes que no producen ningún tipo de rendimiento económico".

Como ejemplo citó a las oras de restauración del Pórtico del Cementerio de Nuestra Señora de la Almudena, cuyo coste asciende a 650 millones de pesetas que proceden de los fondos de la empresa municipal y que, a su juicio, debería correr a cargo de otro organismo como Patrimonio Artístico o Bellas Artes.