EL AYUNTAMIENTO DE SANTANDER NO RECALIFICARA LOS TERRENOS QUE OCUPA NUEVA MONTAÑA QUIJANO
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El Ayuntamiento de Santander no recalificará los terrenos donde está ubicada la empresa Nueva Montaña Quijano, controlada por el grupo catalán Celsa, y que, según el proyecto firmado el pasado mes de diciembre, supondría el saneamiento económico de la compañía y el mantenimiento de los 650 puestos de trabajo que mantiene en la actualidad.
Manuel Huerta, alcalde de Santander, explicó hoy que la decisión adoptada hace 8 días que ya ha sido comunicada a la empresa, tine su origen en las críticas que el proyecto ha suscitado entre los partidos políticos y fuerzas sindicales de la región, que calificaron la operación, en su momento, de "especulativas".
"Desde el día de la firma del convenio, todo el mundo criticó esta operación viendo intereses especulativos donde sólo se pretendía que no se perdiera una de las empresas más carismáticas de Santander", dijo el edil.
Huerta también esgrimió un reciente informe elaborado por la CEOE/CEPYME de Cantabria sobre las epresas en crisis de la región, que no incluye la situación de la factoría de Nueva Montaña Quijano.
Tanto el alcalde de Santander como el presidente del grupo catalán Celsa, Francisco Rubiralta, coincidieron en resaltar el día que se firmó el proyecto, la importancia para la empresa de la recalificación de los más de 500.000 metros cuadrados de terreno donde está asentada la factoría.
Rubiralta señaló que con los beneficios que se obtentrían por esa operación urbanística, Nueva Montaña Quijano afontaría el pago total de la deuda que la compañía sostiene con el Banco Exterior de España (BEX), que asciende a 10.700 millones de pesetas. Por su parte el Ayuntamiento santanderino se embolsaría entre 2.500 y 3.000 millones de pesetas por plusvalías.
El proyecto, que el Consistorio santanderino, la Diputación regional de Cantabria y la dirección del grupo firmaron en diciembre de 1991 y que queda paralizado, contemplaba la construcción de 2.200 viviendas sobre una superficie de 117.000 metros cuadraos; destinaba 180.000 a superficie industrial y emplearía los 240.000 restantes a la superficie recalificada para la construcción de un megacentro comercial y zona recreativa.
Aunque ninguna fuente oficial de la empresa quiso manifestarse sobre el anuncio realizado hoy por el alcalde santanderino, la decisión municipal pone en peligro la continuidad de la factoría, que trabaja en la fabricación de alambrón, con una plantilla de 650 trabajadores.
La fábrica factura anualmente unos 23.000 millones e pesetas y produce cerca de 600.000 toneladas, según datos de la propia empresa.
(SERVIMEDIA)
23 Mar 1992
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