El alcalde de Santander, Manuel Huerta, ha restado importancia a la petición del grupo socialista, porque a su juicio en la concesión de la licencia "todo esta clarísimo".

Por este motivo, Huerta sólo ha concedido cinco minuos a esta sesión extraordinaria, convocando para después un pleno ordinario. "Todo está normal y nosotros no tenemos por qué investigar nada; para eso está el juez y en el pleno de mañana no va a existir debate alguno", dijo.

Mientras el alcalde expresaba su tranquilidad, fuentes del grupo municipal socialista de la capital cántabra y otras próximas a las investigaciones judiciales, encargadas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Santander, señalaron a Servimedia que en la documenación remitida al juez por el Ayuntamiento faltan algunos documentos relacionados con la concesión de la licencia.

En la documentación falta la primera consulta realizada por Armando Alvarez, consejero delegado de Urbanizaciones y Construcciones Inmobiliarias S.A. (Ucisa), propietaria del hotel Bahía y concesionaria de la licencia, efectuada en octubre de 1987, en la que se preguntaba por la viabilidad de elevar el edificio del hotel "en dos plantas más de altura, consiguiendo con ello aumentar su capcidad de habitaciones en unas 65".

En esta primera consulta, el escrito de Ucisa precisa que dicha elevación supondría "mejorar el aspecto urbanístico de una de las plazas más céntricas de la ciudad".

Esta consulta fue respondida negativamente en noviembre de 1987 por el arquitecto municipal Ramiro Amorrortu Demesones, quien afirmaba en su escrito que "sería ilegal elevar una planta sobre lo existente, al superar la altura definida como máxima en el Plan General de Ordenación Urbana".

Se da a circunstancia de que este mismo arquitecto, en octubre de 1991, estimó oportuno conceder la licencia de modificación del proyecto de obra presentado por la empresa Ucisa y aprobado por el gobierno municipal, en el que se recogía la remodelación de las terrazas, primera planta y sobrecubierta de la planta séptima, para construir en lugar de ésta última dos plantas más en el edificio.

Asimismo, la concesión inicial de la licencia, efectuada el 21 de noviembre de 1990, desestimó el informe elaborado po el técnico de Administración General del Ayuntamiento de Santander José Ramón de la Torre Valdés, en contra de dicha concesión.

"Dado que la reforma pretendida supone un incremento de volumen, no procedería el otorgamiento de las licencias", afirma el informe, al que tuvo acceso Servimedia, "ya que vulnera la ordenanza reguladora en área de edificación intensiva alta, regulada en la Ley del Suelo y el Reglamento de Disciplina Urbanística".

De la Torre Valdés concluye su informe asegurando que "s dictamen se realiza a pesar de que pueda juzgarse no muy apropiada la solución que ofrece el plan, o pudieran existir motivos estéticos o urbanísticos que aconsejaran la concesión de la misma, puesto que las licencias se otorgarán de acuerdo con las previsiones de la ley".

A pesar de este informe en contra de la concesión de la licencia y de la consideración realizada en el mismo por el técnico municipal, la comisión de gobierno decidió 15 días después de presentado conceder la licencia, ya que "aunqe supera la altura máxima, lo que supondría la imposibilidad de un aumento de volumen, la actuación proyectada pondría en armonía el edificio con el conjunto total de la manzana".