La Comunidad de Madrid ha anunciado que está estudiando aumentar de los 16 a los 18 años la edad para correr encierros y obligar a los ayuntamientos a que exijan una inscripción previa de los corredores para limitar la participación de personas.

García Contador cree que "es necesario abrir un periodo de reflexión, antes de tomar medidas o modificar reglamentos cuando los hechos son tan recientes", en referencia al encierro de "Sanse" del pasado domingo, en el que se produjeron 63 asistencias sanitarias por contusiones y caídas y tres heridos graves por asta de toro.

No obstante, indicó que de decidirse finalmente cambiar la edad mínima a los 18 años, "estaremos en disposición de hacer cumplir la ley de la Comunidad de Madrid con la misma escrupulosidad que lo hemos venido haciendo hasta la fecha con los corredores de menos de 16 años".

Pese a ello, dijo que se puede producir una paradoja, ya que si no existe una legislación similar en el resto de las comunidades autónomas, es probable que muchos corredores de menos de 18 años acudan a otras fiestas fuera de la región, "donde las medidas de seguridad y sanitarias no son tan eficaces como las del Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes".

Por ello, considera que "no estaría de más que se valorase la posibilidad de que la normativa sobre espectáculos populares taurinos se legislase a nivel nacional. El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes participaría con sumo gusto en la Comisión que se creara para reglamentar estos eventos", afirmó.

Sobre limitar la participación de corredores, García Contador opina que "la experiencia nos dice que no se trata tanto del número sino de la calidad de los medios disponibles y de las medidas de seguridad de las cuales se dispone". Además, cree que la inscripción previa "no parece ser, a priori, el mejor de los métodos" para controlar el número de corredores.

"Si pretendiésemos fijar un número máximo de corredores sería necesario un operativo policial casi tan numeroso como el número de corredores", explicó. Agregó que en el caso de "Sanse", con 1.482 metros de talanqueras, habría que montar un dispositivo para no permitir que se accediera por ninguno de los puntos a ningún corredor que no estuviera inscrito con anterioridad.

"Desde el ayuntamiento estamos convencidos de que este tipo de espectáculos se han de regular aplicando el sentido común, estableciendo todas las medidas a nuestro alcance, velando por la seguridad de todos; pero teniendo en cuenta que los encierros son un espectáculo popular, vivo, y siempre voluntario.Nuestra labor es sensibilizar a los participantes de que el encierro no es un juego, es un espectáculo de riesgo y como tal hay que tratarlo", concluyó.