El proyecto, previsto por el Canal de Isabel II, está financiado por la Agencia de Medio Ambiente (AMA) y su coste asciende a unos 2.500 millones de pesetas.

La depuradora, una vez reformada, llevaría instalada, además,una planta incineradora, con efectos muy negativos para el medio ambiente, según informaron a Servimedia fuentes municipales.

En opinión de las autoridades locales, la incineración de residuos produce unos gases contaminantes y tóxicos para la atmósfera, que podrían ser perjudiciales para los residentes en San Fernando, debido a la cercanía de la planta con el casco urbano.

Este tipo de instalaciones deberían estar, según informó un portavoz del ayuntamiento, al menos a 2.000 metros de las vivienas u otras infraestructuras urbanas.

La ampliación de la depuradora es incompatible con el desarrollo de la zona urbana de San Fernando, según las referidas fuentes municipales, e interfiere gravemente los planes urbanísticos que ya han sido revisados por la Consejería de Política Territorial.

Asímismo, según aseguran los responsables municipales locales, la instalación de la planta incineradora supondría al mismo tiempo un intenso tráfico de camiones de transporte de lodos por la localidad; una ncidencia que el Concejal de Medio Ambiente, Jesús Sanchez, considera también como "inaceptable".

"No estamos dispuestos", recalcó, "a que San Fernando se convierta en una especie de vertedero comarcal de cualquier cosa", para agregar que no entiende la pretensión de acumular tantos servicios medioambientales de la zona en terrenos de este municipio.

También dijo que ha pedido al Gobierno de la CAM que establezca "una distribución justa de las responsabilidades entre todos los pueblos de la comara".

Las mismas fuentes precisaron que la actual depuradora cubre perfectamente las necesidades de San Fernando, sin que precise, por tanto, ninguna ampliación.