La decisión ha partido del propio alcalde, Gabino de Lorenzo, del Partido Popular, después de que ayer el responsable de Acción Social del Gobierno asturiano, también regido por el PP, asegurase que ésta era la única solución.

El Ejecutivo regional consideraba que las monjas no podían eludir el pago del impuesto correspondiente a 1993, año en que todas las fundaciones o esidencias sin ánimo de lucro lo tuvieron que afrontar al encontrarse en un período transitorio previo a la modificación de la normativa de impuestos municipales.

De Lorenzo señaló que las Hermanitas de los Ancianos Desamparados cumplen una importantísima labor asistencial que no puede verse mermada por el embargo que las amenaza. A su juicio, esta subvención municipal es "un ejercicio de solidaridad y un pequeño reconocimiento a esta congregación religiosa".