No obstante, precisó, después de la inspección realizada no hay nada concluyente. Tendrán que ser los jueces los que determinen si efectivamente ha habido o no malos tratos", traslas denuncias interpuestas por algunos padres y por las dos cuidadoras del citado centro.

Fuentes municipales explicaron que "el Ayuntamiento mantiene reuniones con los padres para buscar un realojo de los menores, a través de la Escuela Municipal Infantil. Ahora, los pequeños son nuestra máxima preocupación".

Las denuncias ante la Guardia Civil, además de imputar a la propietaria supuestos malos tratos, argüían que carecía de la licencia necesaria para desempeñar su actividad.

Por su parte, las dos cuidadoras aseguran que ellas solas debían ocuparse de veinte niños y catorce bebés. Ante la imposibilidad de atender correctamente a todos ellos, dicen que la dueña les sugería que encerrasen a los más pequeños en habitaciones que carecían de las mínimas condiciones de higiene y seguridad.

En cuanto a la falta de licencia, las fuentes municipales consultadas afirman que "desde el Ayuntamiento se otorgó hace tres años licencia sobre el proyecto técnico para dicha guardería privada".

"Sin embargo", agregaron, "el Consistorio no tiene potestad alguna sobre la gestión de la actividad, que es competencia de la Comunidad de Madrid. Supuestamente, la guardería no había tramitado la solicitud para la autorización de funcionamiento como centro educativo al Servicio de Educación Infantil de la Comunidad de Madrid, por lo que el Gobierno regional no tenía conocimiento de la citada actividad y, por ello, no se pudieron hacer las inspecciones pertinentes".