Hasta el momento, estos residuos son parcialmente incinerados y vertidos al mar a través del acantilado de Horcas Coloradas, lo que, según los ecologistas, genera una importante contaminación.

El alcalde abandonó ayer el pleno municipal para dialogar con los tripulantes del buque "Sirius", de Greeneace, que, tras desembarcar en lanchas neumáticas en la playa al pie del vertedero, estaban bloqueando el funcionamiento de la incineradora.

Los ecologistas pidieron al edil un estudio sobre los residuos y su eliminación, que, a su juicio, no puede pasar por la incineración, ya que conlleva emisiones de gases contaminantes y produce cenizas altamente tóxicas, que son vertidas al mar junto a las basuras no quemadas.

Tras el acuerdo alcanzado con el alcalde, las primeras conversaciones sobre el pla de reducción y reciclaje de basuras comenzarán el próximo día 29.