La corporación local de Palma ordenó la operación que ha contado con un fuerte dispositivo policial de seguridad. "Nunca habíamos visto tantos policías con cascos antidisturbios y la porras en la mano", explicó a Servimedia el presidente de la Asociación de Vecinos de Son Oliveret, Francisco Hernández.

Algunos de os afectados "tuvieron que ser ingresados en centros sanitarios afectados por ataques de histeria", explicó Hernández, "ya que no se podía esperar algo así cuando ayer llegamos a un acuerdo con el Ayuntamiento para renegociar la situación".

La orden de demolición estaba anunciada por el Ayuntamiento desde que el PP entró a gobernar al consistorio en 1991. Carlos Ripoll, concejal de Urbanismo, explicó a primera hora de esta tarde que "nuestra intervención ha querido ser ejemplificadora", aunque anoche cordaron con los vecinos crear, el próximo miércoles, una mesa de negociación para estudiar cada uno de los casos afectados.

Al menos dos de las tres viviendas demolidas esta mañana estaban habitadas, "aunque en el momento de intervenir no había nadie dentro, salvo animales de compañía que hemos retirado", explicó Ripoll.

Hasta 80 viviendas se levantaron en los últimos quince años sin permisos municipales, en un suelo calificado como rústico no urbanizable. Sin embargo, pese a la presencia permannte de guardas municipales, se construyeron las casas habitadas por familiares con escasos recursos económicos.

La operación ha causado "una triste sorpresa y una enorme conmoción entre los vecinos, no sólo son Oliveret, también de pueblos cercanos", señaló Hernández, quien añadió que "esto pone muy mal las cosas... no sé qué va a pasar de ahora en adelante".