Cultura

El Ayuntamiento de Madrid restaura los frescos del Oratorio de la Casa de la Villa para recuperar su color original

- Tras la finalización de los trabajos se hará una jornada de puertas abiertas para visitarlos

Madrid
SERVIMEDIA

El Ayuntamiento de Madrid está restaurando los frescos del pintor Antonio Palomino en el oratorio de la Casa de la Villa, con el fin de recuperar su color y tonalidad original.

Los trabajos tendrán un coste de 210.000 euros y finalizarán previsiblemente en primavera. La intención del Ayuntamiento es que cuando se complete la restauración se puedan hacer una o varias jornadas de puertas abiertas para que los madrileños puedan disfrutar de los frescos, que datan del siglo XVII.

Así lo confirmó este lunes la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz, que visitó los trabajos en la antigua sede del Ayuntamiento. En declaraciones posteriores puso en valor "los “extraordinarios esfuerzos del Consistorio para salvaguardar la inmensa riqueza patrimonial de los madrileños, a veces poco conocida por los ciudadanos, como estas pinturas".

La encargada de la empresa que está llevando a cabo las obras, Francisca Soto, explicó que actualmente se encuentran realizando "análisis previos" con diferentes técnicas, como luz ultravioleta, para "estudiar más en profundidad la técnica pictórica de Palomino", así como haciendo ensayos para ver los materiales con los que se trabajará posteriormente.

Asimismo, explicó que las dificultades pasan por discernir los materiales originales de los que se han añadido en restauraciones posteriores y por los que las pinturas "han sufrido bastante". La idea es que tras la restauración la obra recupere "el cromatismo original" que le han quitado algunos de los barnices aplicados en dichos trabajos.

LA CASA Y LOS FRESCOS

La Casa de la Villa fue un encargo de Felipe IV en 1629, para albergar las reuniones del Concejo, al entonces Maestro Mayor de Obras Reales y Maestro Mayor de la Villa de Madrid, Juan Gómez de Mora. Aunque las obras comenzaron en 1644, se fueron dilatando por problemas económicos e intervinieron varios arquitectos hasta su remate en 1696.

Ese mismo año, por encargo de los munícipes de la Villa, Antonio de Palomino desarrolló para el Oratorio un programa pictórico centrado en el misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, combinado con una serie de alusiones a la Monarquía y a la Villa de Madrid, a través de pasajes de la vida de Santa María de la Cabeza y San Isidro Labrador, y otros asuntos sagrados entre elementos decorativos.

(SERVIMEDIA)
12 Ago 2024
JAM/clc