Durante las últimas cuatro semanas los funcionarios inspeccionaron 467 establecimientos de los denominados "purta de calle", así como otros de grandes superficies, según informó el ayuntamiento.

Las irregularidades más frecuentes fueron la falta del precio de venta al público anterior a las rebajas y la no presentación, en algunos casos, de las facturas que acreditan el origen de los productos.

El concejal de Sanidad y Consumo, Simón Viñals, destacó que la campaña se ha desarrollado "con toda normalidad, puesto que estas deficiencias y algunas otras relacionadas con la falta de información al consumidor an sido subsanadas por los interesados de forma inmediata, a requerimiento de los inspectores de consumo".

"Este tipo de ofertas comerciales", añadió, "deberían regularse y ordenarse a través de una Ley de Comercio, tan necesaria en la Comunidad de Madrid, para que todas las administraciones pudiéramos garantizar mejor los derechos de los consumidores y de los mismos empresarios".

Durante la campaña, los técnicos municipales centraron su actividad principalmente en los establecimientos de products textiles, calzados y marroquinería, considerados como los sectores que ofrecen de forma más numerosa objetos rebajados.

También fueron visitadas las peleterías y tiendas de artículos deportivos, mobiliario y electrodomésticos.