Según informó el consistorio, los resultados de la necropsia practicada a los animales por la Cátedra de Histología y Anatomía Patológica de la Universidad Complutense sugieren una intoxicación aguda como causa de la muerte.

Asimismo, los análisis realizados por el Laboratorio Municipal con las muestras de agua del arroyo recogidas por la Policía Municipal tras el suceso dmuestran la existencia de residuos tóxicos.

Ante la posible alarma que estos hechos pueden provocar entre los vecinos próximos a la zona del arroyo, situado en las cercanías de la avenida de Logroño, el Ayuntamiento ha ordenado a patrullas de la Policía Municipal que realicen una vigilancia de las aguas.

Además, se han comenzado a verter en el arroyo hiposulfitos, unas sustancias quelantes que contrarrestan el efecto de los posibles elementos tóxicos vertidos a las aguas.

El envenenamiento ourrió el pasado viernes cuando el rebaño, formado por varios centenares de ovejas, regresaba al redil, después de que un pastor las llevara a pastar a una zona verde cercana. Al pasar por el arroyo, 23 de los animales bebieron de sus aguas y murieron de forma casi fulminante.